Un Túnel Convertido en Película de Horror

Lo que inicialmente era un peritaje rutinario se convertía en una película de horror.

Apenas se podía andar por el lodo, que impedía conocer la profundidad del suelo,

tanto en la vía como en el andén. Hubiera sido bueno llevar botas, pero nadie esperaba

necesitarlas en un túnel terminado no apto para cardíacos. El lodo, que resultaba de

mezclar el material que bajaba por la ladera con las aguas de infiltración, dibujaban una pequeña

quebrada. Algo muy contrario a la misión ingenieril, que pretende conducir las aguas de manera

controlada a zonas de descarga hídrica, lo que claramente no estaba pasando. Nos tocó hacer maromas

para cuidar los equipos de toda el agua que caía del techo, no solo proveniente