Adiós en el altar

Te vi de blanco como un ángel perdido. Entre flores y velas,

el tiempo detenido. Sus manos tomaron lo que soñé mío. En tus ojos

brillaba un futuro escondido. El mariachi tocaba, mi pecho lloraba. Cada nota un

puñal que mi alma rasgaba. Adiós. En el altar mi amor,

mi verdad. Tu sonrisa me mata, pero tu felicidad me dejó volar

aunque quiera quedarme. Tu destino no es mío, debo resignarme. Recuerdo tus risas

bajo cielos abiertos. Los días dorados, secretos cubiertos. Un anillo en su dedo,

el final de mi cuento. La herida se cierra, pero sigue latiendo.