Caminando en fe y amor

No es fácil caminar cuando el amor te vuelve blanco y el mundo

quiere manchar lo que Dios formó en lo alto. Miran con juicio

mi fe, como si amar fuera un delito. Pero yo sigo de pie,

aunque me llamen distinto. No vine a encajar, vine a encender

la llama. Y si el precio es llorar, será en tus manos,

mi alma. Aunque el mundo me odie, aunque me dé la espalda,

tengo un cielo en los ojos y en el pecho su palabra. Si la cruz

es el precio, yo la abrazo sin miedo, pues mi Cristo me hizo libre