Cuando escribe pero no concreta

Si te escribe pero nunca concreta planes, ya decidió. Porque escribir es fácil.

Responder un mensaje no cuesta nada. Lo que cuesta es reservar tiempo, poner fecha,

sostener un plan cuando aparecen otras opciones. Por eso todo contigo queda en el aire.

No es casualidad. Es funcional. Le gusta saber que estás ahí, que respondes,

que te interesas, que sigues disponible. Pero no lo suficiente como para mover su agenda.

Y mientras tú interpretas señales, la otra persona solo administra comodidad.

Cuando alguien quiere verte, no lo piensa tanto. No necesita semanas. No necesita excusas

repetidas. La indecisión prolongada no es confusión: es una forma de no perderte sin