De la calle a millonario

Me echaron de casa a los dieciséis. Mi madre me dijo que ya era hora de valerme por mí

mismo. Sin dinero, sin contactos, dormí en la calle dos semanas.

Conseguí trabajo lavando platos, ahorraba cada centavo. A los dieciocho entré a construcción,

estudiaba por las noches. Me gradué de contador a los veintitrés mientras trabajaba

doble turno. Invertí mis ahorros en bienes raíces cuando todos decían que estaba loco.

Hoy tengo veintiocho años y acabo de vender mi empresa por ocho millones de dólares.

Ayer mi madre me llamó pidiendo ayuda económica. Le mandé exactamente lo mismo que ella

me dio cuando me echó. Nada.