Deja de acomodarte y actúa ahora

Si sigues así, te vas a quedar donde estás. No porque no puedas. Porque te estás

acomodando fuerte. Cada día haces lo justo, te cuentas que “vas poco a poco”

y te tranquilizas pensando que ya llegará. Y mientras tú te explicas,

el tiempo corre y la vida no espera. Mírate sin mentirte: sabes qué tendrías que estar haciendo

y sabes que lo estás evitando. Aquí viene lo que jode: nadie va a venir

a sacarte de ahí. A nadie le importa tanto como a ti. Pero hay salida. Y no es motivarte

ni pensar diferente. Es esto, ahora mismo: manda ese mensaje o haz esa llamada

que llevas días evitando. Aunque aún no lo hagas, escribe LO SÉ en