Ecos del alma en erupción

Hay días que me miro al espejo y me reconoce, pero sigo. Aunque el alma ruja

bajito. Traigo la mente en cuarentena, corazón en erupción. La verdad tirando

pedas contra toda percepción. Voy rompiendo mis esquemas ensamblando otro patrón.

Soy el fallo del sistema con su propio resurgir en combustión. Piso charcos que me cuentan lo que

fui. Mientras busco en los reflejos lo que queda de mí. No hay atajos en

la bruma, solo paso sin pausa. El silencio es un cuchillo que desnuda viejas causas .

Y es que la sonda que cargo habla en lenguas. Me susurra lo que pierdo,

lo que salva y lo que templa. No tema a mí, no tema cuando le nos fuera,