El ascenso global de los sapos venenosos

Los sapos conquistaron literalmente el mundo entero gracias a una sola arma evolutiva.

Esas glándulas abultadas detrás de sus ojos que secretan veneno fueron su boleto dorado para dominar

todos los continentes excepto la Antártida. Un nuevo estudio acaba de revelar algo sorprendente.

Hace 61 millones de años nacieron en Sudamérica y cruzaron directamente hacia África,

no por América del Norte como todos pensaban. Navegaron el Atlántico en balsas de vegetación

o caminaron por una Antártida que entonces era cálida. Pero el verdadero cambio llegó hace

33 millones de años durante una extinción masiva. Desarrollaron sus glándulas venenosas

y fue como activar un superpoder instantáneo. Obtuvieron una ventaja masiva sobre cualquier depredador.