El dolor del crecimiento personal

Mentalidad de crecimiento: lo que nadie te dijo Nos han vendido la “mentalidad de

crecimiento” como un eslogan de autoayuda. “Cree en ti mismo”, “aprende de los errores”,

“todo se puede lograr si te esfuerzas lo suficiente”. Pero nadie te dijo la parte incómoda,

la parte que duele, la que no cabe en una frase motivacional. Porque tener mentalidad de crecimiento no

es sonreír frente al fracaso. Es sangrar con elegancia. Una verdadera mentalidad de crecimiento no

consiste en repetir “puedo hacerlo”, sino en mirar de frente lo que todavía no sabes hacer…

y quedarte ahí, sin huir. No es optimismo, es humildad radical. Es reconocer: “Hoy

no puedo, pero puedo aprender”. Y eso —créeme— requiere más coraje que cualquier discurso de superación.