El Encuentro de los Dioses y Dios

El día que los dioses griegos conocieron a su verdadero Creador. Imagina la escena: Zeus,

Atenea y Ares en el Olimpo, cuando una presencia silenciosa desciende. No es un enemigo,

es Dios. Zeus, con su rayo, le pregunta quién osa interrumpir.

La respuesta: “Tú eres fuerza, pero no el origen. Tu rayo ilumina instantes,

yo soy la luz que no necesita tormenta”. No vino a destruirlos. Vino a revelarles que incluso sus

mitos nacen de Su aliento, que son reflejos buscando su luz. Los dioses bajan

sus armas, no vencidos, sino comprendidos. El Olimpo no cae, se transforma.