El fracaso que creó los Post-it

El fracaso que se volvió indispensable Esta historia comienza con un objetivo claro… y un resultado

completamente opuesto. En los años 60, un científico de la empresa 3M intentaba crear el pegamento

más fuerte del mundo. Algo que jamás se soltara. Pero falló. El resultado fue

un adhesivo demasiado débil. Se pegaba… pero se despegaba con facilidad.

No servía para nada de lo que habían planeado. Durante años, aquel “fracaso”

quedó archivado sin uso. Hasta que otro empleado de la empresa tuvo una idea brillante.

Cantaba en un coro y necesitaba marcar páginas de su libro sin dañarlas. Entonces pensó:

“¿Y si este pegamento débil sirve para notas que se quiten y se vuelvan a pegar?” Así nacieron los