El Guerrero vs. el Hombre Común: El Poder de la Urgencia

Don Juan contrasta al guerrero con el hombre común. El hombre común vive en una continuidad.

O sea, asume que siempre habrá un mañana para arreglar sus errores o para empezar

a vivir de verdad. Cierto, lo damos por hecho. Esa suposición, dice don Juan,

nos vuelve tímidos. Nuestros actos se vuelven débiles. El guerrero, en cambio,

sabe que está librando su última batalla. No tiene tiempo para lamentos ni dudas,

y en esa urgencia encuentra un poder extraordinario. Un poder que don Juan describe como

una extraña felicidad ardiente. Me encanta esa frase. Es la alegría que nace de la impecabilidad.

Ser impecable no es buscar la perfección, sino entregar la totalidad de tu espíritu en cada