Gracias por ser nuestro refugio

Hay personas que no solo son abuelos… son refugio, son risa, son abrazo seguro.

Y para nosotros, Marco y Mónica, ustedes son exactamente eso. Desde chicos nos

han enseñado lo que significa querer sin condiciones, estar siempre, aunque no haga falta

decir nada. Con ustedes aprendimos que la familia es el lugar donde uno siempre vuelve.

Hoy queremos darles las gracias por ser unos abuelos a todo chancho, de los que disfrutan,

de los que se ríen fuerte, de los que convierten cualquier momento en un recuerdo inolvidable.

Gracias por invitarnos a este viaje a Maitencillo. Por el tiempo compartido, por las conversaciones, por las caminatas,

las comidas juntos y por esos momentos simples que, sin darnos cuenta, se quedan para siempre.