Juego de Viento y Mar

Yo que subí desde el polvo a la cima con constancia, con disciplina y

fe. Me rendí al calor de tu sonrisa y en tu

espejismo aprendí a perder. Entraste como un faro en la tormenta,

radiante e imposible de ignorar. Pero tu luz escondía tinieblas y mis certezas

caían al mar. Eras fuego que un instante me quemaba

y al siguiente me dejaba helar. Eras cristal que brillaba en la ventana,

pero al tocarlo se hacía sal. Jugaste conmigo como el viento con el mar.

Me empujabas a la orilla y me volvías a arrastrar. Yo te di