La armadura de la desconfianza

La confianza es un cristal tallado a mano, brillante, frágil,

real. Un puente que se extiende sobre el vacío, un pacto sin

papel. Pero en cada grieta que no ves, en cada sombra

que se mueve, se escribe la otra verdad a la que tu espalda siempre

debe de tener. Es bueno confiar, es como respirar. Necesario, vital,

pero el que no sabe contener el aire termina por ahogar en la marea.

La inocencia es un lujo, un cuarto de juego sin candadooo, hasta que la

vida te muestra el precio de haber estado tan confiado. Confiar es bueno,