La Casa de la Luz

En las polvorientas calles de Phnom Penh, bajo el sol ardiente y entre los callejones

rotos por el abandono, vivían niños sin nombre para el mundo. Pequeños de ojos tristes y pies descalzos,

con los estómagos vacíos y las esperanzas más vacías aún. Muchos no sabían su edad exacta.

Algunos habían sido abandonados. Otros, simplemente olvidados. Dormían sobre cartones,

se cubrían con bolsas, y comían lo que encontraban entre los restos del mercado. Eran conocidos como

los niños de la calle, pero nadie conocía sus historias. Nadie preguntaba

sus nombres. Nadie... hasta que un día, alguien sí lo hizo. Una mujer camboyana,

llamada Dara, que había crecido en condiciones similares, regresó a los barrios donde una vez sufrió.