La colección de la araña

Cuatro niños entraron en la fábrica abandonada buscando al panadero desaparecido. La linterna iluminó

una pared cubierta por una telaraña macabra: allí estaban él y otros vecinos, momificados en posturas

de gritos silenciosos. Un crujido les hizo alzar la vista. Ocho ojos brillaron en la oscuridad

sobre un cuerpo peludo del tamaño de un automóvil. La araña descendió. Corrieron a ciegas

hacia las profundidades del edificio, tropezando en pasillos oscuros hasta quedar atrapados en una

bodega. Al encender la linterna, descubrieron horrorizados que las paredes estaban completamente

tapizadas con decenas de cuerpos envueltos en seda. El último sonido que oyeron fue el

susurro de patas acercándose a la puerta, sellando su destino en la colección