La Doble en la Oscuridad

Lucía recibió un mensaje a las tres de la mañana que le advirtió que no abriera la puerta

porque no estaba sola en casa. Ella pensó que era una broma pesada hasta que llegó

el segundo mensaje diciendo que ya estaba afuera. Entonces escuchó los golpes en su

puerta. Toc toc toc. Suaves pero constantes como si alguien supiera que ella

estaba despierta. El celular vibró otra vez. Ya está afuera. Lucía se quedó paralizada

en su cama sintiendo cómo el miedo le recorría todo el cuerpo. Intentó calmarse

diciéndose que era imposible que hubiera alguien en su casa pero los golpes continuaban.

Decidió escribir al número preguntando quién era. La respuesta la heló por completo.