La laptop que lo delató

Mi mejor amigo Marcos siempre fue de esos que pide prestado y nunca devuelve. Libros,

dinero, hasta mi sudadera favorita desapareció en su armario. Un día me pidió

mi laptop para una entrevista de trabajo urgente. La suya se había roto,

o eso dijo. Le advertí que tenía archivos importantes pero prometió cuidarla como si fuera suya.

Dos semanas después la recuperé con una grieta en la pantalla. Marcos ni se disculpó,

dijo que así la había recibido. Yo estaba furioso pero no dije nada. Entonces llegó el

primer giro: su novia me escribió preguntando por qué Marcos tenía fotos con otra chica

en mi laptop. Resulta que usó mi computadora para sus aventuras y olvidó borrar evidencia.