La libertad amarga de Black Flag

Hoy jugué un juego donde la libertad brilla tan fuerte que también te puede llegar a cegar.

Este juego te lanza en la piel de Edward Kenway, un hombre que empieza siendo todo menos

un héroe. No lucha por ideales, no busca justicia, ni siquiera tiene una brújula moral

mínimamente alineada. Lo único que desea es una vida mejor, una oportunidad, un botín,

algo que le haga sentir que por fin controla su destino. Y esa ambición es el motor que lo

empuja hacia un mundo que promete libertad absoluta, pero que le va a cobrar un precio

silencioso y devastador. Algo que resalta al inicio del juego es que, a diferencia de

otros protagonistas de la saga, Edward no está huyendo del pasado. Está peleando contra