Lincoln: Testigo del poder y la historia

“El Lincoln no solo fue un automóvil. Fue un testigo de la historia. En los años cuarenta,

mientras Hollywood definía el glamour, Lincoln apareció como el auto del poder silencioso,

avanzando lento entre sombras y luces de cine negro. En los cincuenta, se volvió símbolo

de riqueza extrema, reservado para empresarios y élites. Pero en 1961, todo cambió.

El Lincoln Continental, con puertas suicidas y diseño sobrio, llegó a la Casa Blanca.

En 1963, ese mismo auto quedó marcado para siempre al acompañar a John F.

Kennedy en uno de los momentos más trágicos de la historia. Después, el cine lo adoptó.

Mafiosos, políticos y villanos lo convirtieron en sinónimo de autoridad y peligro.