Me Cambió Sin Titubear

“ME CAMBIÓ SIN TITUBEAR” Nunca olvidaré su calma. Eso fue lo que más dolió.

No gritó. No dudó. No pidió perdón. Doblando su ropa, como si estuviera

empacando una vida que ya no le pertenecía. —No quiero seguir así —dijo—. Ya esperé demasiado.

Yo me quedé quieto. Intentando entender cuándo dejamos de ser “nosotros”. Entonces vi su celular.

La pantalla encendida. Un mensaje reciente. “Avísame cuando ya no esté.” No era mi nombre.

No era un error. —¿Desde cuándo? —pregunté. Suspiró, cansada… como si

yo fuera el problema. —Desde que entendí que tú no vas a llegar a nada. Cinco años juntos.

Cinco años apoyándola. Cinco años creyendo que el amor era suficiente. —Él sí tiene estabilidad