Reparando el alma

Cada quien tiene su forma de creer, su modo de nombrarte,

su forma de entender, pero a veces juzgamos sin vernos por dentro.

Reclamamos justicia mientras morimos sedientos. Callamos los fallos, fingimos valor, pero el alma

no miente si no hay amor. Es de valientes decir "me equivoqué" y abrazar al

hermano que ayer rechacé. Ven a repararme, Dios, usa tu luz

como destornillador. Sé técnico de mi alma y corazón. Yo prometo leer

tu manual y volver a funcionar hasta tu perfección. Ven,

déjame perfecto a tu manera. El mundo me quebró, pero tú me