Solo Esta Noche en Soto del Barco

El reloj del ayuntamiento marca las diez. La brisa juega con los toldos

del café. Alguien enciende un mechero bajo el farol. Y tú apareces

con ese ritmo al caminar. La plaza huele a sal y a hierba mojada.

El mundo entero parece más liviano. Soto del Barco, la noche te besa con luz.

Tus calles de arana me llevan hacia ti. El mar susurra

lo que nadie ha dicho aún. Y en este instante, eh,

eh. Todo es posible. Compramos horchata en el puesto de la esquina.

Reímos por nada como si el tiempo cayera. El bajo suena fuerte desde la