Titanomaquia: choque de órdenes cósmicos

La guerra entre dioses y titanes no estalló para decidir un vencedor inmediato…

sino porque dos formas de entender el cosmos ya no podían coexistir. De un lado estaban

los titanes, representantes de un orden antiguo, sólido, pero incapaz de

cambiar. Del otro, los dioses olímpicos, más jóvenes, más imprevisibles,

decididos a romper el ciclo del miedo heredado. La Titanomaquia no fue una batalla

breve, sino un conflicto que se prolongó durante años sin un claro vencedor.

Montañas fueron lanzadas, el cielo tembló, la tierra se resquebrajó, y aun así,

el equilibrio seguía sin romperse. La guerra no avanzaba porque no se luchaba solo por el poder,