Todo Cambió, Nada Quedó

Todo cambió y yo cambié también, pero me rompí en el intento.

Mira cómo sigo lamentándome, derrumbándome, apagándome, tratando de entender

por qué mis luces van apagándose. La vida va cobrándome, las dudas van

juntándose y mi esperanza débil va temblando y desarmándose. Corriendo del dolor,

pero el dolor sigue buscándome. Mi mente está gritando y ni siquiera

estoy escuchándome. Soy preso del recuerdo que se queda condenándome y en cada

madrugada siento el alma desangrándome. Yo trato de sanarme, levantarme,

perdonarme, pero en cada intento vuelvo solo a derrumbarme. La gente me