Amor que ronronea en silencio

No llegó con ruido, ni promesas de quedarse, pero desde el

primer momento fue hogar sin anunciarse. No decía mucho, ni falta que

hacía. Solo con estar cerquita ya me traía alegría.

Cuando los días pesaban, él simplemente estaba.

Él estuvo ahí sin hacer preguntas, sin más intención que compartir, con su cuerpo

suave y su calma antigua, me enseñó que amar es solo estar ahí,

sin drama, sin ruido, sin explicación. Solo amor que respira en

otra dirección. Se acostaba a mi lado, como quien conoce el alma,