CAPÍTULO 18: LA TORMENTA MARINA Y EL TRABAJO EN EQUIPO

Algo viene... El cielo del océano comenzó a oscurecerse rápidamente, tiñendo el agua

de tonos grises y amenazantes. Fuertes corrientes se movían de un lado a otro

con energía inusual, y las algas danzaban frenéticamente. Un trueno sordo y poderoso retumbó

bajo el agua, erizando las escamas de los peces. Asustados, nadaron sin dirección,

presas del pánico. La tormenta marina había llegado. ¡Todos juntos! ¡No se separen!

Tibu, el valiente tiburón bebé, se colocó al frente para guiar

al grupo. Pipo extendió sus brazos para sujetar a los peces más pequeños,

protegiéndolos del furioso embate de la corriente. Marín avisaba por dónde pasar sin