Decir no cuando tienes poco

A los pobres les cuesta menos decir que no… En un estudio, a dos grupos de

personas, unos con pocos recursos y otros con muchos— les ofrecieron pequeñas recompensas inmediatas.

Nada ilegal. Nada raro. Solo opciones simples. Las personas con menos dinero rechazaban

más veces la oferta. Decían “no” con mayor facilidad. Mientras que quienes tenían más recursos

aceptaban más… aunque la recompensa fuera mala. No porque fueran más disciplinados.

No porque fueran más inteligentes. Sino porque estaban entrenados a proteger lo poco que tenían.

Cada decisión importaba. Cuando tienes poco, aprendes a filtrar. Y ese pequeño cambio afecta compras,

acuerdos y decisiones diarias. El experimento demostró que el dinero no solo cambia lo que