Disciplina y Mentalidad de Éxito de Messi

UN TIPO DE DISCIPLINA POCO COMÚN En Barcelona, mientras otros chicos de su edad pasaban

horas en videojuegos o salidas, Messi construía un hábito silencioso que luego definiría

todo su valor económico. No era disciplina militar. Era algo mucho más profundo: una obsesión

tranquila. Prácticas repetidas hasta el cansancio. Rutinas monótonas que nadie veía.

Detalles técnicos que solo él entendía. Un compromiso diario con una sola idea: mejorar.

Messi nunca buscó brillar para impresionar. Nunca buscó la validación social. Nunca jugó para

que hablen de él. Su competencia era interna. Y esa forma de disciplina es rarísima.

No depende de motivación, ni de energía, ni de inspiración pasajera. Depende de carácter.