El hámster maldito y la Inquisición

Crear un hámster robótico con una gema maldita fue el peor error de mi vida.

Iskandar sobrevivió a una explosión arcana que le dejó la piel como magma y una piedra de

energía demoníaca en el bolsillo. Los alquimistas lo salvaron y él usó esa piedra para

potenciar su armadura y crear un pequeño homúnculo regulador. Pero el poder era demasiado real.

Un maestro intentó romper la gema por miedo, el hámster casi muere y la señal

atrajo a una horda de demonios que arrasó la aldea. Exiliado y cubierto de vendas,

ahora se ha unido a la Inquisición. No busca fe, solo acceso a sus archivos secretos

para reparar a su hámster y entender la maldición que lleva encima.