Karma instantáneo por humillar al conserje

Mi jefe presumía su Tesla nuevo cada maldito día. Nos hacía salir a verlo estacionarse,

decía que éramos muy pobres para entender tecnología de verdad. Un martes llegó

furioso porque alguien le rayó el cofre. Culpó al conserje y lo despidió en el acto,

sin pruebas. Todos quedamos helados. Tres días después, seguridad revisó las cámaras por

otro asunto y descubrieron la verdad. Su propia esposa había rayado el Tesla esa noche,

con las llaves, escribiendo la palabra infiel. Resulta que ella lo cachó con su

secretaria. Pero aquí viene lo mejor. El conserje era el hermano del dueño

de la empresa, trabajaba ahí de incógnito para entender el negocio desde abajo.