La banca vacía

Era un día normal en la escuela Puertas de Sabiduría. Los niños entraban

al salón con sus mochilas y cuadernos, buscando lugar para sentarse.

En la tercera fila había una banca vacía. Cuando Iván, un niño nuevo,

entró al salón, buscó con la mirada dónde sentarse. Vio la banca junto a Daniela.

¡Aquí no! Este asiento está ocupado. ¿De verdad está ocupado?

No, pero no queremos que te sientes aquí. Iván bajó la

mirada, sintiendo un nudo en la garganta. Caminó hasta el fondo,

donde encontró una banca sola y polvorienta. Se sentó en silencio,