La Mansión de los No Muertos

La mansión de los Abandonados estaba en las colinas, envuelta en niebla gruesa y silencio

inquietante. Un grupo de amigos decidió explorarla. La puerta crujió y reveló un pasillo

oscuro y polvoriento. Una risa nerviosa resonó. En la penumbra, un eco distante

parecía responder, como si algo los estuviera observando. Encontraron un diario desgastado.

Había dibujos de criaturas de ojos vacíos y titulares sobre "los no muertos". De repente,

un grito desgarrador rompió el silencio. Corrieron hacia la ventana, pero no había nada

afuera. Alguien sugirió salir, pero la puerta se cerró de golpe,

atrapándolos dentro con el eco de sus miedos. Las luces comenzaron a parpadear.