Migajas de amor: la profesión de Criss

Criss ha convertido el dar migajas de amor en una profesión certificada. Este hombre no solo

te da atención intermitente, sino que lo admite con un orgullo preocupante. Su estrategia es de manual: te responde

con un simple jajaja y de la nada suelta que su ex ya no lo quiere, solo para manipular

la conversación y centrarla en él. Él llama a esta toxicidad adrenalina, admitiendo que vive

en un ciclo de casi algo que nunca llega a nada serio. Incluso pregunta dónde recoger su

diploma de migajero porque sabe que se lo ganó a pulso. Dice que la terapia lo cura,

pero la realidad es que Criss defiende sus migajas a muerte. Si intentas negarlo, mejor explícanos

por qué sigues aceptando tan poco.