Óptimus y el Orden del Sistema

En un escritorio bañado por la suave luz de la mañana, vivía un pequeño Mouse óptico llamado

Óptimus.No era un ratón cualquiera; Óptimus sentía la vibrante energía de la Placa Madre

que se extendía bajo el caparazón de la Torre del ordenador. Un día,

Óptimus escuchó un murmullo de preocupación entre los componentes..El Procesador, el cerebro de todo,

se sentía sobrecargado."Necesito ayuda para organizar tanta información", dijo con un zumbido apenas audible.La

Memoria RAM, siempre ágil, intentaba retenerlo todo, pero incluso ella

estaba al límite.Óptimus, con su pequeño cable USB, decidió actuar. Sabía que su propósito

era guiar, señalar y activar.Se deslizó con destreza por la alfombrilla, haciendo clic y