TEMPORADA 2 – CAPÍTULO 29: LA DESPEDIDA QUE NO ES UN ADIÓS

El océano comenzó a cambiar de tono conforme avanzábamos. No era un cambio brusco,

sino gradual, como cuando el día se transforma en atardecer. Este lugar se

siente distinto. No triste pero sí profundo. No había comunidades reunidas ni problemas

que resolver. Solo amplias corrientes que se abrían en distintas direcciones, como caminos que

invitaban a seguir adelante. Todo lo que aprendimos no fue para quedarnos juntos

para siempre sino para saber caminar incluso cuando nos separamos. Nunca pensé que

ayudar también significara dejar ir. Pero ahora lo entiendo. ¿Tú también seguirías

aunque nadie te llamara? Sí. Porque ayudar ya no depende de