Un Mensaje que Tardó 100 Años en Llegar

A veces, el silencio de la historia grita más fuerte que las batallas. Soy el Oráculo y

hoy te traigo un mensaje que tardó cien años en llegar. Francia, 1916.

Estás en un túnel colapsado. No hay luz, el oxígeno se acaba. A tu lado,

solo tienes un trozo de papel arrugado y un lápiz roto. Escucha lo que escribió un hombre que sabía

que nunca vería el amanecer: «Dile a mi hijo que no me busquen las medallas, sino en el viento

que sopla sobre los campos de trigo». Ese papel fue encontrado en 2014, dentro de un casco

oxidado. La historia no son fechas, son latidos que se detuvieron.