El instante antes del beso

Ese segundo justo antes del primer beso es pura magia. Estábamos en el sofá,

viendo una peli bajo la misma manta, y el mundo desapareció. Solo existía el espacio entre nosotros,

que se hacía cada vez más pequeño. Me miró y yo ya lo estaba mirando. Despacio,

me cogió la mano y apreté un poquito, un sí sin palabras. Nos acercamos tan lento que sentíamos

la respiración del otro. "Si nos pillan...", susurré. "Lo sabremos justo

antes", contestó. Sus labios estaban a milímetros. Y justo ahí… "¿Queréis

postre?". Su madre, desde la cocina. Nos separamos de golpe.

"Esto nos va a matar", murmuró. Y yo sonreí: "Pero bonito, ¿no?".