El legado del ron en el Caribe

Hace siglos, en las islas del Caribe, los colonos descubrieron que de la caña de

azúcar no solo salía dulzura… La melaza, ese residuo espeso del azúcar,

empezó a fermentar con la ayuda de la levadura y nació un líquido fuerte, tosco,

pero lleno de vida. Los marineros lo llevaron a bordo. El ron se volvió moneda,

medicina y hasta combustible de la marina británica. Un trago por día… para mantener el

espíritu en alto. Con el tiempo, lo que comenzó como bebida ruda de piratas y esclavos,

maduró en barricas de roble… transformándose en un destilado noble, complejo y lleno

de historia.”