Ganar con paciencia y frugalidad

Compraba acciones de empresas aburridas: energía, bancos, servicios básicos.

Y luego… no hacía nada. No vendía cuando subían. No entraba en pánico

cuando bajaban. Simplemente esperaba. Durante décadas. Cuando Ronald murió, su pueblo descubrió

algo que parecía imposible: había acumulado más de 8 millones de dólares.

El conserje que nadie miraba…había ganado el juego sin que nadie se diera cuenta.

Ronald Read no era inteligente en el sentido tradicional. No tenía información privilegiada.

No tenía ventaja. Tenía algo más raro: la capacidad de no interferir. Mientras otros querían

acción, él aceptaba el aburrimiento. Y eso marca una diferencia brutal a largo plazo.