La advertencia del futuro

Mi yo del futuro me llamó a las tres de la mañana para salvarme la vida y lo arruiné todo.

La pantalla del celular decía que llamaba yo mismo y al contestar escuché mi propia voz,

pero mucho más cansada, advirtiéndome que por nada del mundo abriera la puerta a las cuatro y quince

de la tarde. Estaba paranoico, pero cuando escuché tres golpes lentos a esa hora exacta,

la curiosidad me ganó. Abrí y no había nadie, solo un sobre en

el suelo. La nota decía gracias por abrir, ahora empieza todo. Al darle la vuelta

leí una sola palabra escrita con mi letra: Corre.